Ya cuando era pequeña me encantaba ponerme los
zapatos de mi madre y cantar y bailar frente al espejo, inventándome toda clase
de canciones y bailes, incluso cantaba en “inglés”, ese inglés que saben los
niños de 4 años jajajaja…y ya era feliz! Mi madre me apuntó a clases de baile regional
y esa fue mi iniciación con la música, bailaba y tocaba las castañuelas… años
mas tarde, una noche mi hermana me llevo a la feria de abril y vi un
espectáculo flamenco, aquella chica vestida de blanco como una princesa bailaba
un baile con su príncipe, mezclando lo mágico de la danza con la fuerza del
flamenco. Ese día acabe de descubrir que la música despertaba algo en mí, me
hacia sentir bien, feliz…así que desde entonces la danza y la música viven
conmigo.
A través de los años he aprendido diferentes
danzas y he intentado aprender a tocar diferentes instrumentos (en eso no he
tenido suerte), y todo tiene un factor común: LA MÚSICA.